Los fracasos, errores, crisis, pruebas y experiencias difíciles que pudieron destruirte en realidad son los medios que Dios está usando para formarte.
El hecho de que tus planes fracasen no quiere decir que Dios no está contigo o que estás destinado a que siempre te vaya mal, antes bien; el dolor, traición, soledad y aflicciones es lo que Dios usa para quitar de tu vida todo lo que te aleja de El y poner en ti lo que te conecta a su propósito.
“….He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.” Jeremías 18:6
Dios envió al profeta Jeremías a casa de un alfarero y fue testigo al ver cómo se le rompía una vasija de barro en sus propias manos cuando estaba siendo creada. Sin embargo este alfarero volvió a tomar ese mismo barro y creó una vasija más fuerte, útil y resistente que la anterior.
Tu vida es el barro que Dios como Alfarero está formando a través de los distintos procesos que tienes que vivir; aunque parezcan no tener sentido y aunque parezcan ser ilógicos Dios los permite con el fin de hacerte, formarte y levantarte más fuerte y útil que nunca.
A los ojos de muchos ese barro ya no sirve y hay que botarlo; pero a los ojos de Dios ese barro es muy valioso, útil e irreemplazable.
Es por eso que por más que hayas fracasado, caído o fallado en la vida; Dios no te desechará porque sabe que de ti sacará una vasija más fuerte, útil y resistente que las demás.
Oración:
“Dios, tú eres el Alfarero y yo el barro, mi vida está en tus manos y se que sacarás lo mejor de mi para tu Gloria. Amén.
Pastor Carlos Villarreal
www.carlosvillarreal.org
Source: Blog